¿Cómo funciona la proloterapia?
Muchos de los dolores músculo-esqueléticos crónicos se originan en ligamentos, articulaciones o tendones que han sufrido un proceso de degeneración (desgaste) lo que lleva a producir una alteración en su función.
Debido a esto, se genera inestabilidad de la articulación y la necesidad que los músculos compensen dicha inestabilidad, ocasionando tensión y dolor.
La dextrosa aplicada en el sitio de la lesión genera un proceso inflamatorio transitorio, aumenta el flujo sanguíneo y atrae células de reparación, produciendo que el propio sistema inmune repare naturalmente el tejido afectado.
El dolor crónico de ligamentos y tendones puede ser confuso, ya que las estructuras dañadas pueden remitir el dolor a otras zonas que no parecen conectarse con el sitio de la lesión. Una lesión en los ligamentos del cuello, por ejemplo, puede referir síntomas en el brazo e incluso pueden causar síntomas inespecíficos y variados en todo el rostro. El daño de los ligamentos sacro-ilíacos puede causar patrones de dolor que simulan una hernia discal.
¿Es segura la proloterapia?
La Proloterapia tiene un procedimiento extremadamente seguro. Los riesgos son mucho menores que el tener que tomar aspirinas y otros medicamentos de por vida para mitigar temporalmente el dolor crónico. Hay, claro, siempre un ligero riesgo con respecto a cualquier procedimiento médico. En la Proloterapia, los riesgos o efectos que se puedan tener, dependerán del área tratada, y el doctor platicará estas posibilidades de lleno con el paciente durante la consulta previa al tratamiento.
¿Cómo es la reparación de los tejidos?
Cuando un ligamento o un tendón es dañado, unas hormonas llamadas prostaglandinas son liberadas por el organismo, provocando una dilatación en los vasos sanguíneos, incrementando así el flujo de sangre que transportará células inmunes al área lesionada, estas células llamadas macrófagos, monocitos e histiocitos son células de reparación en el área lesionada y van a remover los fragmentos del tejido dañado.
Un día o dos después de la lesión inicial, los fibroblastos inician la etapa de curación y el cuerpo forma nuevos vasos sanguíneos; proceso llamado angiogénesis. De las células locales y de las células inmunes de la sangre se forman los fibroblastos, los cuales son los carpinteros del cuerpo, los que forman nuevo tejido de colágeno; son los ladrillos en la reparación de los ligamentos y tendones.
La fibra de colágena es la responsable de proporcionar la fuerza a los ligamentos y a los tendones.
Por lo tanto, los antiinflamatorios alivian el dolor, más no lo curan.
¿Si soy diabético y/o hipertenso puedo realizarme proloterapia?
Las personas que padecen Diabetes y/o Hipertensión pueden realizarse Proloterapia, ya que este tratamiento no influye sobre ninguna enfermedad sistémica.
¿En la infiltración me van a inyectar corticoides?
No. Los corticoides son anti-inflamatorios potentes como: naproxeno, diclofenaco, piroxicam, aspirina, prednisona, cortisona, etc. Se observó en varios estudios de investigación que los corticoides a largo plazo inhiben el proceso de reparación de los tejidos.
¿Me van a doler las inyecciones?
El dolor que se experimenta es principalmente cuando la aguja atraviesa la piel, sin embargo la sensación dolorosa es menor a la que se experimenta al realizarse una extracción de sangre, ya que las agujas utilizadas para Proloterapia son de menor calibre. Puede presentar molestias la aplicación de la sustancia dentro del ligamento o tendón.
¿Si tengo dolor luego de la infiltración puedo tomar alguna medicación?